Un viaje de sabores a Francia pero en el corazón Porteño

En la avenida Corrientes al 1334, existe un lugar que ofrece la oportunidad de viajar por el mundo desde la gastronomía. El restaurante y bar Patio #378 ubicado dentro de Novotel, pensó y diseñó un menú que sorprende a sus visitantes con propuestas desde el corazón de su chef por descubrir recetas del mundo.
Esta semana y hasta el domingo puedes ir a conocer las versiones porteñas de platos tan franceses como “Ratatouille” y “Le Cassoulet”.
La comida tiene sentimiento, te puede elevar o deprimir en un bocado. Tiene el poder de levantarte de un terrible resfrío o hacerte sentir mal toda una semana. Ese poder viene de un sentimiento, el amor. Descubrí hoy que es el ingrediente secreto de Patio 378. Facundo Diaz no me quiso decir el secreto de la Sopa de Cebolla, pero luego tímidamente dijo que era el amor. Resulta que las cebollas necesitan tiempo, amor, fuego lento y paciencia para convertirse en una crema suave y liviana. Él, le da su toque y deja algunas con su textura para morderlas, luego sirve caliente con una tostada de campo y parmesano. No le pregunté la receta del “Ratatouille con crema agria» porque se enfriaba la sopa. Lo que sí le pregunté, es cómo hace para equilibrar dulce y salado. La Terrine de ave y panceta,venia bañada en una salsa llamada “chutney de quinotos”, explotaba el sabor en la boca, pero sin invadir. Confesó, que la manera de hacerlo es un secreto de la cocina India.
Los platos principales que seguían y el postre, confirmaron que viajamos hasta Francia pero con ingredientes argentinos de primera calidad. El ojo de bife y la trucha grillada, fueron los reyes de la mesa. El sabor de la patagonia se hizo presente con una emulsión de topinambur, crema de mejillones y camarones tan suaves y equilibrados que permitieron reconocer el sabor de la trucha. Llegó a la mesa “Le Cassoulet” el plato primo hermano del Locro. Invernal y suculenta cazuela con pollo, panceta, chorizo colorado y porotos.
De postre un ganache montado de chocolate y café, garrapiñada de almendras, y praliné; una especie de pasta utilizada en repostería y compuesta tradicionalmente de una mezcla de almendra o avellana confitada en azúcar caramelizado.
Su mejor recurso, el humano. La pasión de su chef Facundo Diaz, gastronómico de oficio y autodidacta se unieron a la maestría para dirigir de German Inglese desde las áreas de alimentos y bebidas. Ellos y su equipo de trabajo, hacen de este restaurante una joyita de la gastronomía argentina que invita a descubrir sabores del mundo desde el patio de un hotel.
Redacta Anyela Velandia