Tres ciudades para disfrutar la primavera al aire libre
Vistas del río, paseos floreados, plazas radiantes y parques donde reina la vida natural en la provincia de Buenos Aires. Las coloridas propuestas de San Nicolás, City Bell y Escobar, tres destinos ideales para celebrar la llegada de la primavera dentro de las cercanías de la Ciudad de Buenos Aires.
San Nicolás de los Arroyos
La primavera resurge en miles de colores a lo largo de San Nicolás de los Arroyos. Se despierta en plazas, paseos y rincones ocultos, como la “Bajada de Belgrano”. Recorrer este pasaje es descubrir una cuidada secuencia entre naturaleza y urbanismo.
Situada a sólo 240 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, esta ciudad y su disposición particular invitan a realizar caminatas a través de distintos puntos verdes. Uno de ellos es la Costanera Alta que bordea el arroyo Yaguarón.
La zona posee miradores que permiten presenciar algunos de los atardeceres más bonitos de Buenos Aires. Completa esta postal única la vegetación típica de las veras del río Paraná.
La primavera también se deja ver con toda su fuerza en la Reserva natural Rafael de Aguiar. Es uno de los lugares con mayor biodiversidad de San Nicolás. Por eso, sus 1.500 hectáreas se prestan para realizar paseos de exploración.
En la Reserva conviven sauces criollos, alisos de río y curupíes. Entre las más de 230 especies vegetales registradas en el área, destacan los ceibos. Su presencia intermitente y el rojo intenso de su flor le otorgan a la zona un carácter idílico.
Un sinfín de especies de mariposas y otras 150 de aves sobrevuelan el paisaje dominado por la flor nacional, como por ejemplo el espinero grande. De entre los mamíferos que habitan la región, cabe mencionar al simpático lobito de río.
No muy lejos de allí, sobre la calle Colón, se extiende el Parque San Martín. El espacio cuenta con una vista privilegiada del Paraná y sus islas a lo largo de los 300 metros de su extensión.
Otro de los atractivos de San Nicolás es su circuito gastronómico. Situado en los alrededores de la Plaza Mitre, cuenta con tiendas que permiten disfrutar de los sabores locales al aire libre.
Por último, vale señalar el Paseo Costanero Sur. Situado a lo largo del arroyo Ramallo, esta zona oculta resulta ideal para realizar paseos en roller, bicicleteadas y senderismo en compañía de la primavera más radiante.
City Bell
Pasear por City Bell es disfrutar de la fresca brisa que se cuela entre las ramas de los jacarandás, eucaliptos y paraísos que abundan en el paisaje que forman sus calles.
La llegada de la primavera se hace notar en los curiosos espacios verdes de esta ciudad platense, situada a 50 kilómetros del centro porteño. Allí, las familias y jóvenes se reúnen para compartir mateadas e improvisados picnics, acompañados por el canto típico de golondrinas y calandrias.
Son tres las plazas circulares que encabezan la propuesta natural de City Bell: Belgrano, San Martín y Mitre. Es sencillo recorrerlas porque son cercanas entre sí, debido a la disposición triangular que tienen en el mapa de esta localidad.
Más allá del vistoso arco que da la bienvenida a la ciudad, es posible realizar otro paseo primaveral sobre la calle Cantilo. En el corredor, están ubicadas algunas de las propuestas gastronómicas más atractivas de este destino.
Una alternativa destacada son sus casas de té, que cuentan con amplios espacios al aire libre, para disfrutar de nuevos sabores junto a la amena sensación que evocan los aromas y sonidos naturales del lugar.
Por otro lado, a cinco minutos del límite sur de la ciudad, se encuentra una granja de estilo japonés donde es posible divisar peces y aves exóticas, así como vistosas flores que evocan un aura multicolor.
Belén de Escobar
También, dentro del estilo nipón, otro de los puntos recomendados para visitar esta primavera es el Jardín Japonés Escobar. La serenidad de este espacio resulta ideal para realizar prácticas de meditación en medio de camellias, árboles de té y otros prodigios.
Ubicada a 51 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, Belén de Escobar es ampliamente conocida por el bioparque Temaikén. Allí, las familias entran en contacto con la naturaleza y pueden aprender sobre las especies autóctonas de animales y plantas.
La primavera de la ciudad además es palpable en los alrededores de la Avenida San Martín, donde se encuentra la mayoría de los famosos viveros escobarenses. En estos locales, es posible adquirir ejemplares de todas partes del país.
Escobar también ofrece la Plaza San Martín, caracterizada por las tonalidades lila de su arbolada central. La serenidad de este pulmón invita a realizar paseos entre las flores, bajo la mirada inquietante de próceres y otras estatuas.
Vale recordar que la ciudad fue nombrada “Capital Nacional de la Flor”. Otros espacios verdes dan fe de estos honores, como las plazas De la Estación y Combatientes de Malvinas, así como la plazoleta Molina Campos.
Por último, entre las propuestas gastronómicas, sobresalen “Munchi’s Helados”, cuyo proyecto tuvo origen en Escobar; y “Barba Roja”, un complejo de cervecería artesanal. Ambas brindan opciones para compartir momentos agradables al aire libre.