Buenos Aires | «La esencia de la Argentina en un bocado: Hacienda Las Lilas»

En un país donde la carne es rey, Hacienda Las Lilas se erige como un templo gastronómico que desde antaño mantiene su prestigio. Ubicado en el corazón de Puerto Madero, este restaurante es un homenaje a la tradición ganadera argentina, con una historia que se remonta a 1987 y luego se traslada a la mesa porteña con su restaurante ubicado en Puerto Madero en 1995.
Pero no es solo la historia lo que hace que Hacienda Las Lilas sea un lugar imperdible. Es la calidad de su comida, la atención al detalle y el servicio impecable. Juan Basile, el experto en ganadería detrás de este emporio culinario, sabe exactamente cuándo y por qué los animales están listos para su corte. Ese conocimiento y dedicación se reflejan en cada plato que sale de la cocina.
La vedette del menú es, sin duda, el ojo de bife de 380 gramos. Un espectáculo para los sentidos que se puede saborear desde su concepto de cocina abierta. Todos los cortes están expuestos al comensal y los parrilleros danzan en torno al fuego, las brasas y los platos que no dejan de salir. Pero no solo la carne es estrella en este lugar. La parrilla también ofrece pulpo y pescado. La cocina se esmera en el comensal que acompaña al carnívoro, pero no lo es. Si la carne no es tu fuerte, prueba los quesos, los postres, los vinos y las entradas.
Tener una Hacienda propia le permite a “Las Lilas” destacarse con productos frescos, orgánicos y de excelente calidad. Poseen una selección de quesos estacionados que son ofrecidos con distintos acompañamientos. Un experto te guiará, ya que son muchos y no solo ideales para entrada, también pueden ser disfrutados como postre con mermeladas caseras y frutas de estación. Es un verdadero placer para el paladar.
Y para acompañar cada bocado, la cava de vinos ofrece más de 420 etiquetas para elegir. Dicen que en sus años “mozos”, la cava llegó a tener hasta 1000 etiquetas. ¡Un verdadero paraíso para viajar por las distintas regiones del país del vino!
El servicio es impecable. El Sommelier te mira atento con una sonrisa, pasa el carrito con los quesos y su aroma inunda el lugar, se acerca un mozo y te llena la copa de vino. Pasan y pasan platos. Todo es una danza, una obra de arte culinaria. La atención al detalle impresiona, cada persona que trabaja allí se apasiona por lo que hace. Con 7 parrilleros para 380 cubiertos, el servicio es impecable.
En un mundo donde la comida es cada vez más “fast” y menos “food”, los dobles turnos te obligan a levantarte sin el café y la comida se enfría en la mesa. Hacienda Las Lilas es un oasis donde el tiempo se detiene y la prioridad es el placer. Un lugar donde la tradición y la innovación se unen para crear una experiencia inolvidable. «Somos lo que comemos», y en Hacienda Las Lilas, un bocado te hará sentir como si estuvieras en el corazón de la Argentina.
¡Buen Provecho!
Escribe y PH: Anyela Velandia