Descubrí los secretos del Senderismo Tafí del Valle
En la provincia de Tucumán, considerada la Capital Nacional del Senderismo, Tafí del Valle es el destino ideal para los amantes del trekking, las caminatas y los recorridos para conocer y explorar los paisajes naturales que propone la provincia
Con senderos autoguiados y trekking con expertos, Tafí del Valle se convierte en un destino único para los viajeros que buscan lugares y paisajes para recorrer a pie. Desde tres horas o hasta tres días, las propuestas combinan ascensos a los cerros y cumbres calchaquíes, cascadas infinitas, sitios arqueológicos y poblados cerca del cielo, para vivir la naturaleza a pleno. De esta manera se convierte en una perla de Tucumán como Capital Nacional del Senderismo.
Llegar a Tafí del Valle es sentir el horizonte bajo un cielo turquesa que cubre unas sierras de terciopelo de distintos tonos de verde que se extiende hasta el infinito. El Mollar, el dique La Angostura y la villa veraniega de Tafí, parecen sacados de un cuento. Muchos tucumanos la eligen desde siempre para vacacionar. Los vecinos de las provincias del Norte y del Litoral argentino, la descubren cada año o simplemente se dejan sorprender por primera vez cuando recalan en este territorio donde el marco paisajístico brinda serenidad, y las estancias turísticas son ideales para vivir la experiencia de conocer la producción de quesos tafinistos, además de descubrir un sinfín de opciones de turismo activo que revelan a Tucumán como Capital Nacional del Senderismo. Porque aquí, los senderos autoguiados y las alternativas para practicar trekking son, junto con las cabalgatas, los deportes náuticos o simplemente visitar el pueblo, los museos y la gastronomía, un paseo imperdible.
Apuro senderismo
Los viajeros que eligen esta villa turística por primera vez, deben saber que hay opciones de senderismo, con sendas demarcadas que cada caminante puede seguir de forma sencilla. Pero lo interesante es que las opciones de trekking, que se abren camino a campo traviesa con guías expertos, permiten acceder a sitios que transmiten el encanto de la experiencia de sentir el alma de un lugar, como la cima del cerro El Pelao; la cascada de Los Alisos o hacia las Cumbres Calchaquíes, donde está el sitio conocido como “La Mesada”. Costumbres de campo, aire libre y cultura ancestral son parte de la belleza de este lugar.
Una guía experta como Adriana Latorre, junto con su marido, Fernando Marzano, despliegan estas propuestas con diferentes niveles de exigencia física: “Los trekking pueden ser de tres horas o hasta tres días. Se pueden hacer en familia o para los más exigentes, también hay opciones de dormir en un refugio o en carpa”, dice y cuenta que en el verano, muchos tucumanos descubrieron por primera vez esta zona y muchos viajeros de otras provincias realizaron los senderos para conocer a Tafí del Valle, su naturaleza e historia.
Uno de los senderos es un clásico como el que todos llaman “trekking del pelado”, se refiere a llegar a la cima del cerro El Pelao, “no es muy alto, tiene vistas hermosas y vestigios arqueológicos como las viviendas Margaritas o el Pucará”, describe Adriana al referirse a un sitio arqueológico donde se pueden apreciar los restos de los recintos de viviendas circulares.
Los guías explican que, a partir de la eco senda, un camino autoguiado que está señalizado, “nos extendemos un poquito más y seguimos un arroyo y llegamos hasta la cima. Además, otra propuesta, un poquito más exigente, contempla uno 300 metros de ascenso para acceder a La Cascada de Los Alisos, una caída de agua de unos 60 metros, después de la cual se llega a la comunidad de El Rincón, que para mí –confiesa Adriana—es el lugar más lindo del Valle”.
También se accede a un sitio privilegiado porque mientras uno camina, los cóndores sobrevuelan en el cielo y se puede apreciar la condorera hasta alcanzar la Quebrada del Portugués mientras que, hacia el otro lado, el trekking conduce hacia “La Mesada”, en las cumbres calchaquíes, y el valle de La Ciénaga donde hay una antigua escuelita que hoy funciona como refugio de montaña.
“Mucha gente que vino de vacaciones este verano, se animó a hacer senderismo, muchos quizás, nunca habían realizado esta actividad y cuando llegamos a la cima, la travesía se convirtió en hazaña. Es un logro, se vive de esa manera”, cuenta Adriana, la guía.
La historia, la cultura y la naturaleza se conjugan en el senderismo que es una de las actividades en la naturaleza que postulan a Tucumán como Capital Nacional del Senderismo. Y aquí, en Tafí del Valle, se vive en todo su esplendor. Para Adriana y Fernando, la propuesta se acompaña con un refrigerio que se convierte en una degustación de la gastronomía local, con los quesos tafinistos y los embutidos, además de regionales que abarcan hasta chocolates artesanales con quinoa, que brindan la dulzura justa y un recorrido por los sabores de la región.
“A cielo abierto”, el emprendimiento del guía de montaña Ulises Kusnezov, para conocer Tafí del Valle “caminando” e incluso todo Tucumán, ofrece tres niveles de exigencia física: opciones sencillas, moderadas y de alta exigencia.
Caminar es algo cotidiano. Pero hacerlo en medio de las montañas es una experiencia especial. Ulises recomienda como salida sencilla, el sendero a la Cascada de Los Alisos, en el cerro Muñoz, que abarca una hora y media de duración y se puede hacer en familia, “es ideal para quienes no están acostumbrados a caminar mucho, es de fácil acceso, y el premio es llegar al imponente salto de agua de una caída de 60 metros de altura”, cuenta el montañista experto.
Este guía de montaña recomienda que, para un nivel moderado de exigencia física, el sendero La Ciénaga, es un valle de altura y consume unas cinco horas de ida y unas tres horas de regreso, en descenso. Ofrece vistas únicas de todo el valle de Tafí: “Estamos a 2500 msnm, fue un poblado y lo que funcionó como una escuelita hoy es un refugio de montaña, con agua caliente, cocina, espacio para dormir para 30 personas, todo muy cuidado, que administra Hilda Mamani, una señora que vive en el lugar y a quien recurrimos siempre avisándole con tiempo”, explica el montañista.
Pero Tafí del Valle despliega en su territorio propuestas de alta montaña que para Ulises atrapan a los más experimentados porque es un recorrido exigente. “Son unas seis horas de ascenso al cerro Ñuñorco (3320 msnm) o al cerro Pabellón (3730 msnm)”, dice Ulises Kusnezov quien cuenta con habilitación como guía de montaña internacional, nacional y de la Administración de Parques Nacionales, además de ser el montañista argentino más joven en escalar el Himalaya y en ascender a las 10 máximas cumbres de América del Sur y los 10 volcanes más altos del continente.
Claro que, para muchos, la frutilla del postre en cuanto a opciones de esta actividad es la travesía que une Tafí del Valle con las yungas tucumanas. Comienza a 2000 msnm y finaliza en El Siambón, a 900 msnm y a sólo 10 kilómetros de Raco, famosa por los poemas de Don Atahualpa Yupanqui. Un recorrido que representa unos 45 kilómetros que se cubren en tres días y dos noches, y culmina en la Selva Montana, donde un transfer aguarda al grupo para retornar a San Miguel de Tucumán. Una propuesta para descubrir parte de esta Capital Nacional del Senderismo que representa Tucumán. Una experiencia plena e inigualable.
Para Ulises es un privilegio ser tucumano y vivir tan cerca de Tafí del Valle: “Es lo que me permitió ser quien soy, tener la vida que tengo. Desde chico, desde que tengo memoria, como mi abuelo y mis padres, toda mi familia, es montañista, íbamos a Tafí del Valle los fines de semana y subíamos a cualquier cerrito. Y a los ocho años, oficialmente, hice mi primer trekking a la Laguna del Tesoro, ahora es el Parque Nacional Aconquija, al sur de la provincia”.
El senderismo se puede practicar todo el año, pero siempre se recomienda disfrutarlo junto con los guías expertos que conocen el territorio como la palma de sus manos y que saben el mejor momento del año para disfrutar de la naturaleza que abraza a esta provincia.
Cerros, quebradas, valles y áreas protegidas
Si pudiéramos ver la espesura verde desde el cielo, el valle de Tafí y la llanura tucumana están unidos por la Quebrada del Portugués. Hoy se la puede conocer en travesías de trekking con guías expertos y saber que fue una vía de comunicación fundamental que utilizaban los pueblos originarios y luego los conquistadores españoles. Era la forma de conectar las dos regiones hasta el siglo XVIII, cuando Buenos Aires se posicionó como centro comercial y perdieron poder de tránsito lugares como el caso de esta quebrada.
La Quebrada del Portugués es una Reserva desde 1996 y junto con el Parque Provincial La Florida, en el sur de Tucumán, forman una importante unidad de conservación del patrimonio ambiental y cultural del territorio tucumano, además de la riquísima vegetación y diversidad animal. Especies como la corzuela colorada, los pecaríes, el guanaco y varias especies de felinos son parte de las atracciones de esta reserva que además, cuenta con sitios para la preservación del cóndor andino y de aves migratorias.
En tanto que en Tafí del Valle, el Parque Provincial Los Ñuñorcos fue creado en el año 1965 y abarca 9.600 hectáreas que protegen dos ecoregiones: Las Yungas y Altoandinas. Los cerros Ñuñorco Grande y Ñuñorco Chico formaron parte del antiguo camino Inca por lo que conservan sitios arqueológicos que suman misterio a las travesías.
La vuelta al valle de Tafí
El senderismo y el trekking son la estrella en Tafí. Pero los guías como Adriana Latorre y Fernando Marzano coinciden en que “la vuelta al valle” en auto es un paseo ideal para conocer la Ruta del Artesano y recorrer de punta a punta un territorio imperdible. Se inicia en el centro de la villa turística, accediendo por ruta 325, hasta encontrarnos con Las Carreras donde se encuentra la estancia jesuítica que lleva como nombre su homónimo, donde podemos conocer la elaboración del queso tafinisto “M”, legado jesuita, que se produce en este establecimiento, hoy convertido en hospedaje boutique. Siguiendo por el camino que rodea al cerro El Pelao, se disfruta de las sorprendentes vistas del terreno montañoso, su flora y su fauna salvaje, hasta llegar al dique La Angostura en El Mollar.
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