Día Internacional de la Mujer: por la igualdad y reconocimiento de derechos
Cada vez con más fuerza, el 8 de marzo en Argentina y en todo el mundo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Aunque algunos países mantienen el día como un «festejo», muchas mujeres salen a la calle en forma de protesta por la falta de igualdad y reconocimiento de sus derechos.
El Día Internacional de la Mujer no nació de un hecho concreto, sino que ha sido el fruto de más de cien años de movimientos feministas para reclamar una igualdad económica, laboral y social entre hombres y mujeres. Hay que remontarse a finales del siglo XIX y principios del XX para recordar las primeras manifestaciones.
En concreto el origen del Día Internacional de la Mujer se remonta a 1910, cuando se celebró la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague. Allí se designó el 8 de marzo como el Día de la Mujer Trabajadora, con el fin de alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres en todo el mundo.
Sin embargo, no fue considerado como día de celebración mundial hasta 1975. Fue en ese momento cuando las Naciones Unidas declararon el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.
En el origen del Día Internacional de la Mujer, la ONU también destaca la importancia de los movimientos que se vivieron en Rusia durante las protestas contra la Gran Guerra. En 1917, las mujeres salieron a la calle para protestar por los muertos en la guerra y exigir mejores condiciones de vida ¿Pasará algo similar en la actualidad? Estos actos provocaron la caída del zar y el gobierno provisional concedió el voto femenino el 23 de febrero de 1917, según el calendario juliano, o el 8 de marzo, acorde al calendario gregoriano.
La Revolución Industrial, produjo un histórico periodo de transformación económica y en el modo de trabajo. Con el movimiento obrero, las mujeres también comenzaron a alzar su voz, pero continuaban siendo explotadas sin ninguna ley que las amparara. Tampoco tenían derecho a voto ni a poder controlar sus propias cuentas bancarias, ni contaban con la misma formación que los hombres. Además, su esperanza de vida era mucho menor debido a los malos tratos y a los partos.
Se eligió este día fue porque el 8 de marzo de 1857, un grupo de mujeres trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York abandonaron su puesto para hacer una marcha y protestar por los bajos salarios. La policía reprimió y dispersó esa marcha con mucha violencia, lo que dejó más de 120 mujeres muertas.
Dos años más tarde, las manifestantes crearon su primer sindicato para pelear por sus derechos y 51 años después, el 8 de marzo de 1908, 15.000 mujeres volvieron a llenar las calles de Nueva York para exigir un aumento de sueldo, menos horas de trabajo, derecho al voto y prohibir el trabajo infantil bajo el lema “Pan y Rosas”. Estos episodios pudieron consolidar la fecha oficial del Día internacional de la Mujer, que se ha celebrado en varias fechas diferentes a lo largo de la historia.
Convengamos en que los tiempos cambian y en el hoy acelerar la igualdad de género e invertir en el empoderamiento de la mujer, más allá del merecido reconocimiento, genera grandes beneficios económicos. Ninguna sociedad se puede desarrollar de manera sostenible si no cambia y aumenta la distribución de oportunidades, recursos y opciones para los hombres y las mujeres de modo que tengan el mismo poder de dirigir sus propias vidas y contribuir a sus familias, comunidades y países.
El empleo, el estudio, el reconocimiento de los derechos de las mujeres en igualdad de condiciones puede ser un motor central del crecimiento inclusivo. Vaya mi reconocimiento y admiración a las madres, abuelas, hermanas, amigas, novias, amantes que luchan por la igualdad de derechos.
Fernando Milo