Experiencias urbanas y de naturaleza para redescubrir Avellaneda
En el distrito de Avellaneda, ubicado a pocos kilómetros de la capital del país, la costa del Río de la Plata, la exuberancia verde de la vegetación y los sonidos de la naturaleza son un oasis de tranquilidad en medio del ajetreado ritmo urbano.
La Eco Área Municipal, bastión de la selva marginal paranaense, se extiende sobre una superficie de 140 hectáreas donde habitan diferentes ecosistemas. El lugar cuenta con más de 180 especies de aves, más de diez clases de anfibios y treinta tipos de libélulas. También posee una gran variedad de plantas nativas, cuyo ícono es el ceibo, y otras de origen exótico.
El predio se puede recorrer mediante pasarelas divididas en senderos que se abren paso entre la vegetación selvática, y desde un gran balcón mirador contemplar la amplitud del Río de la Plata es una de las experiencias más destacadas.
Se trata de un gran espacio natural, al que se accede a pie, en bicicleta o en auto, dedicado a la preservación de la biodiversidad local, el esparcimiento, la recreación de la comunidad y el desarrollo de programas de educación ambiental.
El lugar permanece abierto de jueves a domingos de 10:00 a 18:00 y a las 17:30 se cierra el ingreso a los turistas.
En caso de trasladarse en vehículo, se arriba por calle Nicaragua hasta llegar al estacionamiento. Luego, se ingresa caminando por la derecha donde está ubicada la casa del guardaparque.
Fuera del predio, entre el sector del arroyo Santo Domingo y el Río de la Plata, los visitantes podrán adquirir productos de elaboración artesanal, entre los que se destacan los embutidos y el tradicional Vino de la Costa.
La laguna, historia y vegetación
La Reserva Ecológica Municipal La Saladita, con sus diez hectáreas que protegen la laguna de origen antrópico, se encuentra ubicada en la localidad de Sarandí, entre las calles Solís y Morse y la autopista Buenos Aires – La Plata.
Según cuenta la leyenda, hace muchos años un tren carguero descarriló y volcó sobre el espejo de agua un vagón lleno de sal que generó cierto exceso de salinidad en su composición. De allí surgió el nombre: La Saladita.
Hay quienes afirman la verosimilitud del relato por la existencia del tren, los rieles, los durmientes y la cercanía del lugar con la Salinera Universal.
La laguna está rodeada de vegetación ribereña, matorrales, arbustales, pastizales y un montecito de espinillos y algarrobo blanco. Además, se pueden observar hasta cien especies de aves.
En el extremo norte funciona la Escuela Municipal de Canotaje. Allí se desarrollan clases, entrenamientos y prácticas con grupos de la tercera edad y otras instituciones educativas. También se realizan jornadas de saneamiento y paseos sobre el agua en noches de luna llena.
Mirada sustentable
Quienes visiten este destino bonaerense podrán recorrer la planta de tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos Eco Punto, que forma parte del programa municipal Avellaneda Recicla e impulsa la separación de los residuos en origen tanto en edificios locales, provinciales y nacionales del distrito, como en instituciones como el estadio de Racing Club y empresas localizadas en la ciudad.
El objetivo es lograr un manejo adecuado y racional de los residuos para proteger el medioambiente y la calidad de vida de la población.
El Eco Punto comparte predio con el Eco Vivero Municipal, un establecimiento no comercial, que cultiva plantas para el uso exclusivo de la municipalidad de Avellaneda.
Dentro de la política ambiental que implementa la comuna, se realiza la entrega de árboles a aquellos vecinos que los solicitan.
También trabajan con el INTA en programas y capacitaciones para el desarrollo sustentable de la agricultura urbana y la recuperación de la flora nativa de la costa local.
Los destinos bonaerenses que se encuentran cerca de las grandes ciudades conjugan la intensidad de la rutina cotidiana, con la calma y los atractivos de la naturaleza.
Crédito fotos:
Municipio de Avellaneda