Pagos inteligentes al alcance de todos: la revolución de la IA y los códigos QR en Argentina

Argentina está viviendo un momento clave en la transformación de sus finanzas digitales. La convergencia entre inteligencia artificial (IA) y códigos QR está reconfigurando el ecosistema fintech local, con un crecimiento proyectado del 18,70% anual que podría llevar al mercado global a superar los US$ 66.900 millones en 2034.
Lo que comenzó como una simple forma de escanear para pagar, hoy representa una revolución silenciosa que atraviesa fronteras, mejora procesos y democratiza el acceso a servicios financieros. «No es solo tecnología: es inclusión financiera en acción», afirma Joaquín Fagalde, CEO de Depay, empresa pionera en la integración de billeteras digitales con sistemas de pago regionales.
Argentina procesa más de 100 millones de transacciones mensuales mediante QR, impulsadas por la interoperabilidad de Transferencias 3.0, el impulso regulatorio del Banco Central y la apertura tecnológica de las fintech. Con más de 330 compañías del sector activas, el país se posiciona como un laboratorio de innovación en Latinoamérica.
Pero el motor detrás del progreso está en la IA: algoritmos que detectan fraudes en tiempo real, personalizan experiencias de pago y aceleran procesos como el KYC y AML. Según Fagalde, esta inteligencia aplicada no solo mejora la seguridad, sino también la conversión y fidelización del usuario. «La IA aprende de los comportamientos y ajusta cada transacción como si fuera única.»
A pesar del avance, el camino hacia una integración plena no está exento de desafíos. Disputas sobre tarifas, brechas digitales en zonas rurales y barreras en la interoperabilidad de tarjetas de crédito todavía limitan el despliegue total. Sin embargo, la hoja de ruta es ambiciosa: blockchain, biometría, DeFi y finanzas embebidas configuran el próximo capítulo de esta historia.
Con una tasa de adopción de QR superior al promedio global, Argentina tiene los ingredientes para liderar esta revolución. Talento, infraestructura en desarrollo y una ciudadanía que adopta la tecnología con entusiasmo hacen de este país un potencial hub fintech regional.
La convergencia entre IA y QR no es solo una tendencia: es el inicio de una nueva era financiera, más segura, rápida e inclusiva para todos.