República Checa para celebrar la Navidad
Llega la temporada favorita de muchos. La navidad es una fiesta cristiana que ha tomado fuerza en todo el mundo. Muchas son las tradiciones que enmarcan esta temporada, generalmente rodeada de familia, amigos, buena comida y mucha diversión.
Este año queremos llevarte por un viaje virtual a las tradiciones de la República Checa, así que compartimos un poco de cómo se celebran estás fechas en #DestinoChequia.
Para comenzar, debes empezar más o menos un mes antes, cuando comienza el Adviento, el período de cuatro semanas previas, de espera y preparación para la Navidad. El Adviento comienza en los días entre noviembre y diciembre. El primer domingo de Adviento mucha gente coloca un pesebre en su casa, mientras que en las plazas comienzan a funcionar mercaditos navideños. El más grande de los mercados de Adviento checos tiene lugar en Praga en la Plaza de la Ciudad Vieja.
En el pasado, el Adviento era tiempo de cuaresma y la espera de la Navidad. En la actualidad solo pocas personas mantienen la cuaresma, no obstante, algunas costumbres han sobrevivido siglos. ¿Cuáles son las costumbres típicas del Adviento checo que han llegado hasta hoy? La costumbre más notable del Adviento es tener en casa una corona de Adviento. Una corona sin velas se cuelga en la puerta, una corona con cuatro velas se coloca sobre una mesa y simboliza las cuatro semanas de Adviento. Se enciende una vela cada domingo.
Otra de las costumbres consiste en arrancar las “barbaritas”. El 4 de diciembre es el día de Santa Bárbara. Arranca un ramito del cerezo ese día, llévalo a tu casa, colócalo en un lugar cálido, en un jarrón con agua, y cuídalo como si fuese una flor habitual. Si el ramito echa flores hasta la Nochebuena, el año que viene se cumplirán todos tus deseos.
Otra tradición es el día de San Nicolás, el 5 de diciembre. Ese día, al atardecer, San Nicolás, el ángel y el diablito visitan casa por casa. Los niños buenos son recompensados por San Nicolás, los que se han portado mal son castigados por el diablito. Hoy día el diablito sirve solo para dar un poco de susto. Los niños siempre reciben de San Nicolás pequeños regalos y dulces.
La Navidad en República Checa comienza el 24 de diciembre. Es la Nochebuena y se le asocian numerosas tradiciones y supersticiones. Este día para nuestros antepasados era un día lleno de magia y rituales mágicos. En la mayoría de los hogares ya no se observa la cuaresma desde el amanecer hasta la cena de Nochebuena, casi nadie espera ver el “cerdito dorado” que simboliza la riqueza. Al contrario, se mantiene la tradición de decorar el árbol de Navidad, cantar villancicos navideños, dar un paseo, pasar por el cementerio y recordar a aquellos que ya no pueden celebrar la Navidad. Algunos hogares checos aún mantienen algunas costumbres paganas, por ejemplo, adivinar el futuro cortando una manzana a la mitad o vertiendo plomo licuado en agua. La preparación de la mesa de Nochebuena también es algo excepcional. El número de comensales siempre debe ser par, la cena como tal es solemne y todos se ponen su mejor ropa, es otra de las tradiciones que se han conservado hasta el día de hoy.
¿Qué productos casi nunca faltan en el banquete de Nochebuena?
Sopa de pescado, carpa u otro pescado o milanesas con ensalada de patata y la famosa salsa negra de la temporada además de una fuente de pastelitos navideños. Todos prefieren permanecer sentados a la mesa de Nochebuena, nadie quiere abandonarla porque se dicen que a quien primero se levanta le queda como máximo un año de vida. Después de la cena llegan los momentos más bellos, los niños esperan que suene la campanita y sus ojos brillan. La campanita anuncia que el Niño Jesús, jamás visto por nadie, acaba de irse, dejando regalos bajo el árbol decorado. Después de haber cenado y repartido los regalos, mucha gente, también la no creyente, visita la iglesia más cercana para asistir a la misa de medianoche. Un ambiente singular reina durante la misa de medianoche en la catedral de San Vito en el Castillo de Praga o en la catedral de San Pedro en Brno.
El primer y segundo día de la Navidad, o sea el 25 y 26 de diciembre, las familias y los vecinos se visitan para pasar el tiempo juntos. El almuerzo tradicional es el pato o ganso o pollo asado, bolas de masa de harina y col.
Este año prueba a seguir alguna de las costumbres checas y tendrás una Navidad mágica.
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