Sol, sierras y sosiego: Córdoba revive el arte del descanso en invierno

Con el ritmo pausado de una postal serrana y el encanto de antiguas costumbres que hoy se reinventan, Córdoba se consolida como un refugio de invierno para los amantes del bienestar. Bajo el sol tibio de julio y entre senderos que susurran calma, la provincia ofrece una experiencia sensorial que conjuga naturaleza, salud y tradición.
Desde los caseríos silenciosos de La Falda hasta los bosques encantados del Valle de Calamuchita y la serenidad de Villa Río Icho Cruz, el turismo de bienestar encuentra en Córdoba su morada ideal. Aquí, donde la tierra inspira y los aromas de lavanda y peperina perfuman cada paso, visitantes de todos los rincones redescubren el arte de desconectar.
El descanso se convierte en ritual en La Olivia Hotel Boutique & Spa, donde los masajes terapéuticos y las excursiones guiadas armonizan cuerpo y alma. En Aguada de Lunas Glamping Camp, dormir bajo las estrellas ya no es un sueño, sino una experiencia de lujo natural en domos que se funden con el paisaje. Y en La Posada del Qenti, la salud se cultiva como en tiempos antiguos, con huertas orgánicas, terapias holísticas y caminatas entre montes de silencio.
Ya sea practicando yoga al amanecer, pedaleando por senderos que huelen a historia o degustando platos que celebran la cocina consciente, Córdoba invita a viajar despacio, mirar adentro y recordar que, a veces, el mayor lujo es simplemente parar.