Turismo arqueológico | México propone viajar al pasado

En la zona costera, los resorts cinco estrellas conviven en el mismo hábitat que los vestigios de los pobladores extintos. Las ruinas de la antigua civilización maya atraen a miles de turistas todos los años.
Si bien la tecnología avanzó a niveles insospechados, aún no se puede viajar en el tiempo. Afortunadamente, alrededor del mundo hay lugares que contienen vestigios del pasado y son una muestra tangible de cómo vivían las civilizaciones que nos precedieron.
Ver y -si está permitido- tocar, artefactos que datan de miles de años atrás es una experiencia alucinante y por eso a la hora de elegir, muchos viajeros se inclinan por destinos que respiran historia. A este tipo de turismo se lo conoce como turismo arqueológico o arqueoturismo, que es aquel que incluye visitar un lugar con asentamientos, ruinas o artefactos antiguos preservados justamente para que el público pueda visitarlos, contribuyendo así el desarrollo económico de la región en la que se encuentren.
Las pirámides de Giza, en Egipto o los restos del Coliseo de la antigua Roma, en Italia serían el referente más emblemático de este tipo de turismo pero en América latina sin dudas, uno de los pilares del turismo arqueológico es México, que alguna vez fue la cuna del poderoso imperio maya.
Específicamente, la península de Yucatán es más conocida como el Egipto de las Américas, dado que en lo profundo de la selva, se ubican las ruinas de antiguas ciudades mayas, civilización que aún hoy envuelve misterios. Mientras la más conocida y visitada es Chichen Itzá, la realidad es que los tesoros arqueológicos están desperdigados por toda la zona costera que se conoce como Riviera Maya.
Ejemplo claro de ésto es Quintana Roo, un estado ubicado al sureste de México, que forma parte de la Península de Yucatán. Es famoso por sus ríos subterráneos, los más largos del mundo y por el gran número de cenotes que hay en su territorio, pero también alberga en su interior tesoros arqueológicos como El Meco. Este era el apodo de un residente local del siglo XIX, cuyo sobrenombre hacía referencia a una malformación de sus extremidades inferiores; y quedó asociado a las ruinas, puesto que era el cuidador de un pequeño rancho en la playa, localizado en las inmediaciones del actual faro, que se localiza en el kilómetro 2.7 de la carr. Puerto Juárez-Punta Sam, en terrenos correspondientes a la porción continental del municipio de Isla Mujeres, al norte de la ciudad de Cancún.
Otro de los puntos importantes es Tulum, una de las ciudades más grandes e impresionantes de la civilización maya. Además de servir como punto principal para comerciantes, fue fundamental para observar las estrellas y entenderlas. La civilización Maya construyó edificios específicos para esta función y son muchos de ellos los que se mantienen en pie, listos para recibir visitantes de todo el mundo. El castillo, el Templo de la Estela y el Templo de los Frescos son algunas de las ruinas que vale la pena conocer.
Otra zona arqueológica de vital importancia en Quintana Roo es Dzibanché, una ciudad que floreció entre los años 300 y 1200. Fue descubierta en 1927 por el explorador inglés Thomas Gann. En su máximo esplendor, Dzibanché fue una de las ciudades más importantes de la cultura maya temprana, entre los años 250 y 600. La ciudad contó con enormes templos y recintos ceremoniales que aún hoy siguen en pie.
En Cancún, uno de los principales atractivos para el arqueoturismo son las ruinas de San Miguelito, el asentamiento prehistórico maya más importante de la isla. Son aproximadamente 40 edificaciones que conforman cinco conjuntos arquitectónicos: Chaac, Dragones, Gran Pirámide, Conjunto Norte y el Sur, en las que se puede apreciar diferentes construcciones, altares, palacios bien conservados, así como utensilios, herramientas, pinturas murales y cerámicas.
Allí en Cancún también se encuentra El Rey, un asentamiento prehispánico que corresponde a una zona religiosa y administrativa en la que se llevaban a cabo importantes ceremonias y vivían los personajes de mayor estatus en la vida política de esa región. En algunas de las estructuras palaciegas que hoy pueden visitarse se conservan fragmentos de pintura mural que hacen alusión a diferentes dioses.
Otras ruinas muy bien conservadas son las de Cacchoben, al sur de Quintana Roo. Se trata de un grupo de aldeas fundadas hace más de veinte siglos pero como sus restos están tan bien conservados, los viajeros pueden tener una idea bien acertada de cómo vivían. El edificio más importante es el Acrópolis que aún sigue intacta
Si el plan es seguir éste itinerario y conocer a fondo todos los tesoros históricos de Quintana Roo, es importante buscar un alojamiento cercano a cada zona arqueológica. Una buena opción entonces es Residence Inn by Marriott – Playa del Carmen, ubicado a diez minutos en auto de la zona de El Rey. Con suites equipadas con cocina propia y heladera, está estratégicamente ubicado y cuenta con un rooftop con piscina, ideal para esperar el sunset sobre el mar Caribe.