Verano en Rosario: la natural armonía con el río

Averiguamos lo que tenemos que saber para visitar Rosario esta temporada. Turistas y rosarinos llegamos a disfrutar del Paraná, respetar la naturaleza del humedal es cada vez más importante: no arrojar residuos, navegar con prudencia y a distancia de los balnearios. No está permitido llevar a los paseos o actividades bebidas alcohólicas y/o parlantes. Siempre usá el tapabocas y respetá el distanciamiento en la embarcación.

Con cerca de 1 kilómetro de ancho y la fuerza de una corriente imparable, en silencio, lo primero que enseña el Paraná es el respeto. Dicen que a improvisados o irresponsables “el río los devuelve”, les hace ver que aventurarse en sus aguas no es para ellos. En sintonía con el respeto, dejar las costas también implica ingresar a una cultura propia de camaradería y solidaridad. Tal vez es difícil encontrar ayuda al costado de una ruta, pero no en el río, donde el primero que pase extenderá una mano.

Respetar y cuidar el río es vital por motivos ecológicos y, también, para resguardar y conservar uno de los atractivos más emblemáticos para el turismo de la ciudad. Por eso, ante la ola de rosarinos y visitantes que disfrutan de este ambiente natural, bien vale recordar algunos tips para cuidarnos y cuidar la riqueza y diversidad del humedal que bordea a Rosario.

En el delta del Paraná hay todo un mundo de actividades, playas, excursiones fluviales, atardeceres y momentos inolvidables por descubrir. Pero en tanto movimiento, claro, se genera basura. La consigna es que cada uno junte todos los residuos generados y los lleve de vuelta a la ciudad, a los cestos de basura de la ciudad. El río demanda ese ejercicio de responsabilidad, ese insoslayable compromiso colectivo.
El problema de la basura es fundamental. Para lograr una relación de convivencia con el río hay que prestar especial atención al simple momento de beber y comer. Lo que más contamina son los envases de bebidas y alimentos. Vajilla y botellas descartables, latitas, bolsas de nylon, envoltorios y colillas de cigarrillos conforman la mayor parte del problema. Así lo ha constatado en sus campañas de concientización la organización Más Río Menos Basura, que bien resume en una frase la problemática de los desechos plásticos: “5 minutos en tus manos, 500 años en los humedales”.

El derecho de paso en el río no depende del tamaño de la embarcación sino de la capacidad de maniobra y calado. Los buques de ultramar en el canal de navegación tienen prioridad por maniobra restringida. Nunca hay que cruzarse en su camino a menos que el buque se vea bien lejos, a una milla (casi 2 kilómetros) de distancia.
Los veleros siguen en prioridad por las limitaciones de navegar con el impulso del viento y luego siguen las embarcaciones a remo. Las lanchas y motos de agua deben ceder paso al resto y, además, navegar siempre a una velocidad prudencial.
En el caso de dos embarcaciones similares tiene paso el que viene por estribor (es decir por la derecha, como en los autos). Por supuesto, ante la duda siempre debe primar el respeto y la cortesía.
Otro tip a remarcar es que nunca hay que navegar cerca de una zona habilitada como balneario: las embarcaciones a vela y motor deben mantenerse al menos a 150 metros de esas costas. En cuanto a kayaks y botes de remo, entre otras medidas de seguridad no hay que olvidar que el salvavidas es obligatorio.

Hay que estar atentos al pronóstico del clima y postergar la salida al río si las condiciones no son favorables. En caso de que un temporal sorprenda en las islas, será mejor esperar e iniciar el cruce de regreso sólo cuando pase la tormenta.
No es sólo la lluvia. Quizás más importante sea estar atentos al viento. El dato: si se levanta viento del sur (contra la corriente) el río se pica y se pone más turbulento.

Durante la temporada de verano en las islas hay mucha vegetación seca, por lo que el riesgo de incendio es mayor y hay que extremar los recaudos: no arrojar colillas de cigarrillos, sólo encender fuego en zonas habilitadas de acampe y en los lugares previstos, y verificar que las brasas estén bien apagadas antes de partir.

En la playa hay que escuchar y atender las directivas de los guardavidas y de las señales de advertencia en los balnearios.
El consumo responsable de alcohol es otro de los ejes de atención: como una medida orientada a tomar conciencia y reducir los riesgos de un inadecuado acceso al río

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Fotos Ente Turístico Rosario

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