ZUK, en el Puerto de Olivos fusiona gastronomía y diseño

ZUK desembarcó en el Puerto de Olivos con el objetivo de posicionarse como uno de los destinos gastronómicos más distinguidos de la zona norte, gracias a un proyecto integral que amalgama una gastronomía cuidada, una ambientación escenográfica y un entorno moderno y elegante.
El diseño del espacio destaca por su concepto moderno . La combinación de madera en tonos oscuros, luces cálidas y detalles industriales crea una atmósfera íntima y sofisticada. En el exterior, una terraza con mesas y sillas de madera y cuero resulta ideal para parejas que buscan disfrutar de una velada al aire libre.
Además, desde la vereda puede apreciarse —a través de una pared vidriada— una serie de barriles de cerveza de acero inoxidable, integrados como parte del diseño del frente. Estos tanques cumplen la función de almacenar los distintos estilos de cerveza artesanal, que se sirven directamente del tanque a la copa, a la temperatura ideal.
Al ingresar, la atmósfera se transforma por completo. El interior se define por una iluminación escenográfica en tonos ámbar, paneles verticales de madera, líneas limpias y una circulación fluida . Cada elemento está pensado para generar una vivencia sensorial: desde el juego de luces y sombras hasta la acústica, que favorece las conversaciones sin interferencias. El salón principal combina mesas con sillas de madera y tapizados grises, iluminadas por lámparas portátiles que refuerzan la intimidad del lugar. Al fondo del salón sobresale una pared vidriada con estanterías curvas y copas suspendidas, que actúa como pieza decorativa central. En el segundo piso se encuentra un espacio más reducido que mantiene la misma estética cálida del salón principal, con una cocina a la vista —delimitada por paneles de vidrio —, que permite observar el trabajo del equipo en tiempo real, un plus siempre apreciado por los comensales.
La propuesta de ZUK se centra en una cocina honesta, de sabores caseros, preparada con ingredientes de calidad y cocciones precisas . La experiencia comienza con una focaccia casera preparada a diario, servida sobre una larga tabla y acompañada por dips caseros: alioli, aceite de oliva con romero y romesco. Entre las entradas, se pueden mencionar la frittata de maíz con mix de pimientos, quesos y cebolla caramelizada; el tartar de salmón, con palta, salsa de soja y cebolla morada; y el hummus triple, acompañado de bastones de vegetales de estación.
Quienes busquen opciones para llevar al centro de la mesa y compartir, en la carta encontrarán tablas en tres versiones : Salumería (pastrón de la casa, fino jamón crudo español, spianata, variedad de quesos, nueces pecan caramelizadas, peras en conserva, tomates confitados y mix de aceitunas), Caliente (buffalo wings, tempura de pesca, vegetales en conserva acompañados con alioli de pimientos asados y de hierbas, lactonesa de ajo y chipotle y barbacoa casera), y Veggie (hummus de remolacha, guacamole, buñuelos de espinaca, escabeche de berenjena, pesto de tomate, salsa tártara y tostada de focaccia).
El recorrido continúa con una serie de platos principales para todos los gustos. En el apartado de carnes destacan cortes de exportación como el vacío de cocción lenta acompañado de papas dominó, el ojo de bife con manteca de hierbas y papines al romero, y el asado de centro con vegetales asados. También se incluyen versiones de la milanesa de bife de chorizo a la napolitana o a la suiza.
Para los amantes de las pastas, hay alternativas caseras como sorrentinos de jamón y mozzarella o espinaca y ricota, ravioles de salmón y gnocchis tradicionales. También hay penne rigatti con salsas clásicas como pomodoro, bolognesa, carbonara, panna o Alfredo, todas acompañadas por un dip de salsa bechamel. La propuesta se amplía con su degustación de risottos en tres versiones (de espinaca y hongos con topping de portobellos; de cabutia con topping de cabutia asado; y de pescado con topping de pesca en tempura).
El menú se completa con opciones como pechuga crispy, pechuga grillada o barbacoa chicken , y una sección dedicada a los pescados, con variedades como el salmón grillado, el abadejo y una propuesta de pesca fresca del día, que puede incluir cortes como lisa, corvina, chernia o mero, según disponibilidad. Todos se sirven con dip de alcaparras. Como guarniciones, se ofrecen papas fritas, puré de papas o de cabutia, papas al romero, arroz blanco, espinacas a la crema, berenjenas en tempura o ensalada de rúcula con parmesano.
Para el cierre, ZUK propone una selección de postres tradicionales como la degustación (cheesecake, chocotorta y crumble de manzana), la degustación cremosa (crème brûlée, mousse de frutos rojos y mousse clásico de chocolate) o la degustación de helados artesanales compuesta por 3 sabores a elección (pistacho, banana, crema americana y chocolate intenso).
Un punto a resaltar es su interesante oferta de bebidas. La cerveza artesanal es uno de los diferenciales del restaurante. Entre los estilos se encuentran la Honey (con miel orgánica y lúpulo Bravo), la IPA American (con lúpulo Simcoe) y la Pilsen (con malta Carapils y lúpulo Pahto francés). También cuentan con cócteles clásicos bien ejecutados, y una carta de vinos que incluye etiquetas de bodegas reconocidas.
Con atención dedicada, ambientación refinada y servicio de valet parking, ZUK se perfila como una coordenada clave donde la gastronomía, el diseño y la hospitalidad convergen con naturalidad, en lo que constituye una experiencia de alto nivel.