El 55% de las mujeres de más de 40 años sufre disfunciones sexuales. Por vergüenza o porque todavía el goce sexual femenino sigue siendo un tabú, poco se habla de un tema tan central para la salud integral como es todo lo referido a la intimidad. La consulta al especialista, fortalecer el suelo pélvico y recurrir a tratamientos específicos son clave para lograr el equilibrio y la plenitud.
El 4 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Salud Sexual, una iniciativa promovida por la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) desde el año 2010. La finalidad de esta efeméride es concienciar a la población acerca de la promoción de los derechos sexuales, la diversidad sexual, así como la salud sexual y reproductiva de una manera placentera, sin discriminación o riesgos.
Precisamente, el objetivo de esta fecha es poner el tema en agenda y, hacerlo, implica mencionar la importancia que significa en la vida lograr una salud sexual plena.
En ese marco, y según estudios recientes, el 55% de las mujeres de entre 40 y 65 años manifiesta algún tipo de disfunción relacionada con la intimidad. Con la menopausia, los niveles de estrógeno son menores y las paredes vaginales pueden sufrir adelgazamiento, resequedad e inflamación. A pesar de la frecuencia de estos síntomas, se estima que solo el 20% de las pacientes con esta condición buscan ayuda profesional. Ya sea por vergüenza o porque muchas veces el placer femenino aún es considerado tabú en muchos casos, las consultas se demoran o simplemente se quedan con la creencia de que una vez alcanzada la menopausia, la salud sexual se restringe.
Estudios recientes* indican que el 57% de las mujeres de 40 a 65 años sexualmente activas presentan atrofia urogenital (AUG) y que el 55% manifiesta algún tipo de disfunción sexual.
La buena noticia es que existen tratamientos no invasivos que llegaron para mejorar la calidad de vida de los pacientes. “Lo más avanzado en la materia es Emsella con su tecnología HIFEM, energía electromagnética focalizada de alta intensidad que fortalece los músculos del suelo pélvico y ha logrado maravillosos resultados en cuanto al bienestar íntimo de los pacientes”, señala la Ing. Biomédica Cecilia Molas, CEO de BTL Aesthetics Argentina, empresa europea que fabrica los equipos médicos más innovadores del mercado para estos tratamientos.
Emsella fortalece el suelo pélvico de manera no invasiva -los pacientes se sientan en el equipo, que es una sillita, cómodamente vestidos- en sesiones de media hora, 2 a 3 veces por semana.
“El equipo no solo mejora la incontinencia urinaria -que es una de las indicaciones-, sino que, además, actúa sobre la función sexual al actuar sobre las terminales sensitivas de la región del clítoris y las que se encuentran a nivel de piso pélvico. Al fortalecer los músculos del suelo pélvico, se mejora la función sexual. En definitiva, una terapia donde la paciente solamente viene a visitarnos, puede escuchar música, mirar televisión, permanece vestida y , sentada en un cómodo sillón, se beneficia con esta terapia innovadora que está en todo el mundo, que ha sido premiada en Europa el año pasado como la tecnología más novedosa, y que ya tenemos en la Argentina”, comenta en Dr. Jorge Elías, especialista en Ginecología y Obstetricia.
También para ellos
Por otra parte, el Dr. Juan Antonio Álvarez, cirujano urólogo, director del centro de Urología SUUG de Comodoro Rivadavia, Chubut, hace hincapié en la importancia de la función sexual del suelo pélvico en los hombres, especialmente durante la eyaculación: “Sabemos que el semen es producido por la próstata, almacenado por las vesículas seminales y éstas, como carecen de musculatura propia, para poder expulsar su contenido a la uretra necesitan de la compresión rítmica de los músculos del piso pélvico. Justamente, cuando hay alguna alteración en este sentido, se provocan las eyaculaciones dolorosas, los orgasmos dolorosos, la anorgasmia, e incluso las eyaculaciones retrógradas. Actualmente, estoy tratando pacientes hombres con la silla Emsella , y refieren mejoras significativas al respecto”.
De este modo, hoy, 4 de septiembre, es una buena excusa para hablar de sexualidad comprendiendo que se trata de un tema que sigue generando tabú y que, sin embargo, forma parte de la vida cotidiana, saludable e integral de los seres humanos.