El café peruano, un café de excelencia que conquista a los argentinos
El café se cultiva en Perú desde 1740, su altura y variedad de microclimas permite que sus cafés expresen las distintas particularidades de cada terruño.
En el Perú pueden encontrarse 84 de los 117 microclimas que existen en el mundo, eso posibilita la gran producción de cafés de especialidad con diferentes perfiles sensoriales. Estas características naturales sumadas al meticuloso trabajo de quienes trasladan su conocimiento en técnicas ancestrales y modernas dan como resultado un café excepcional.
El café es el primer producto agrícola tradicional del Perú. Se produce exclusivamente el tipo arábica en 10 regiones: Amazonas, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huánuco, Junín, Pasco, Piura, Puno y San Martín. La producción se divide en 70% de la variedad typica, seguida de Caturra (20%) y otras como Geisha, Borbon, Pache, etc (10%). Cuenta con una superficie cultivada de más de 350 mil hectáreas, un tercio del empleo agrícola está relacionado al mundo del café y más de 2 millones de peruanos dependen de esta actividad. Esta larga tradición cafetera permite la trazabilidad y sostenibilidad de la cadena comercial.
¿Qué es un café de especialidad?
Los cafés de especialidad se caracterizan por la ausencia de defectos en los granos y destacan por su aroma, sabor y personalidad. Son granos cuidadosamente seleccionados en origen y llevan un riguroso seguimiento desde su cosecha en las fincas hasta su tostado y envasado.
Para ser más específicos, el café de especialidad en su estado verde es aquel libre de defectos primarios, que no tenga “quakers”, de tamaño apropiado y con un secado adecuado, que presente una taza libre de defectos, contaminaciones y contenga atributos distintivos. Esto significa que el café debe ser capaz de pasar los aspectos de la calificación y las pruebas de catación. En Perú, la marca “Cafés de Perú Especialidades Únicas” requiere un puntaje en taza mínimo de 84 puntos.
Perú es el 2do productor mundial de café orgánico y está entre los 10 países exportadores a nivel mundial. Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Suecia y Canadá son los mayores importadores de café peruano y está entre los 4 mayores importadores de café de Argentina.
Consumo de café
En Argentina se consume un kilo de café per cápita al año mientras que en Perú, es solo de 650 gramos. De Sudamérica, solo Brasil se ubica entre los primeros 10 consumidores de café con un promedio de 4,8 kilos, lejos de Finlandia donde el consumo supera los 9.5 kilos. Noruega, Los Países Bajos, Eslovenia y Austria, completan el top5. Otro dato curioso es que el 70% de los argentinos toma café en el desayuno.
Impulsado por esta tendencia, Café Cabrales, empresa que representa el 15% del mercado local del café, comercializa café de origen peruano de la Región de Cajamarca, siendo licenciatario de Marca Perú y la marca sectorial Cafés del Perú. Este producto se encuentra a la venta online y offline, tanto en supermercados como en el canal HORECA. Por otra parte, debido a la alta calidad de los cafés del Perú, pequeñas empresas, locales y cafeterías de especialidad como Café Piuran, ubicada en Palermo, han incorporado a su catálogo cafés 100% de origen peruano.
Tendencias
La sostenibilidad jugará un papel importante en el mercado del café a medida que el mundo comience a superar la pandemia. La encuesta de consumidores más reciente de GlobalData encontró que el 43% de los consumidores globales dijeron querer saber de dónde proviene el café que toman y su elección del producto está influenciada por cuán ético, ecológico o socialmente responsable sea tanto el producto como todas las partes involucradas en la cadena de producción.
En el mundo se está viendo lo que se denomina la tercera ola de café donde ya hay un mayor respeto por los tostados especiales de alta calidad, granos híper específicos, métodos de elaboración innovadores e información de origen que se combina con credenciales ambientales, éticas y sociales. El café de la tercera ola reorienta la experiencia en la elaboración de un producto de café de calidad superior en cada punto de la cadena de suministro para que el consumidor pueda apreciar verdaderamente «lo mejor».
