La tecnología y el cuidado del cabello
Cada vez que observamos nuestra semana a la distancia, no somos conscientes que nos llenamos de citas, planes, muchos compromisos, algunas inclusive son organizadas con meses de anterioridad como el caso de turnos con un estilista famoso. Tantos eventos para recordar, que se pueden perder en un instante, si no tenemos un control, una asistente que nos ayude. O asimismo empresas con una gran cantidad de información de una diversa y extensa cartera de clientes son beneficiados a la hora de contratar sistemas como AgendaPro, que les facilita y organiza todo, mediante programas y sistemas.
En la etapa donde la tecnología es todo, herramientas como AgendaPro, nos aportan seguridad y confianza; el avance con el que contamos es enorme y en muy poco tiempo a razón de 100 años la tecnología hizo revolución en nuestro mundo y en lo cotidiano con resultados que antes ni pensábamos que podía suceder.
Leer en tiempo real el estado de nuestro cuerpo a la hora de hacer gimnasia con los Smartwatch o la realidad de poder conseguir un lacio perfecto antes de salir de nuestro hogar en minutos, o transferir grandes sumas de dinero sin tener que pisar una entidad bancaria o financiera, a través de aplicaciones en nuestros teléfonos móviles.
Si hablamos de herramientas principales en una peluquería además de las tijeras, existen otras que son de índole primordial. Si bien las tinturas avanzaron mucho desde su composición química, para no dañar el cabello ni exigir al cuero cabelludo tanto antes de dañarlo, el mecanismo sigue siendo el mismo. En cambio, otro elemento como las planchitas de pelo se han modificado tantas veces, ahora existen varios procedimientos que ayudan a conseguir ese lacio perfecto gracias a personas que enfocaros investigaciones a la tecnología para peluquerías.
Alisados
Si bien mencionamos las planchitas de pelo, sería interesante saber cómo llegamos a ellas.
Desde que una simple mujer llamada Érica Feldman, calentó 2 barras de hierro en 1872, pasaron 30 años hasta que a Ian Gutgold comenzara con la idea de conseguir un producto lo bastantemente fuerte que pueda cambiar la naturaleza del cabello, como es de esperar y con los limitados productos de la época las dos placas de hierro seguían siendo la opción, pero a este proceso se le había sumado un simpático peine de metal el cual debías calentar previo a su uso, y aun así también tenías que usar las placas de hierro y así reforzar el resultado.
Recién en 1912 Lady Jennifer Scholdfield invento una especie de tijera gigante con dos placas de metal a presión. Que fue casi único método casi por más de 60 años, ya que en 1980 se le adosó un revestimiento de plástico a las placas y tenía una distribución de carácter masivo, que por ende, en casi todos los salones de belleza podían tener. Los famosos “viajantes” quienes se encargaban de conectar empresas que se dedicaban a comercializar tecnología para peluquerías las planchitas y secadores de pelo eran los productos estrella.
La llegada de la tecnología
Ya entrando en los 2000, la empresa Schwarzkopf traslada la tecnología iónica de infrarrojos a las placas que ya no eran de metal sino de cerámica, consiguiendo mantener la hidratación del pelo y anti-deslizante. Agregando un sistema de apagado automático.
Cerca de los 2010 era digital, ya podemos visualizar el régimen de temperatura gracias a una empresa Elegance Dig en Italia.
Llegando a la actualidad donde las placas de cerámica ahora son remplazadas por patines de ion tourmaline, que brindan un calor saludable de iones negativos con un calor infrarrojo lejano, que le permite al calor penetrar el centro del cabello dejando su exterior sin exposición directa al calor inminente. Con macropartículas de brillo que recomponen la iluminación natural de los cabellos, capaces de alcanzar 450°f /230°c sin ejercer el daño pertinente. Y llegan hasta alisar con el cabello mojado.
Otros mecanismos como el Alisado japonés que buscar romper conexione capilares y volver a unir con otra estructura, mediante químicos cuyo ingrediente principal son las moléculas de oro que se preparan, se neutraliza el cabello y se logra un acabado completo con la planchita de cerámica para finalizar. El proceso dura de 2 a 6 horas.
Alisado marroquí sin formol que consiste lavar, secar, aplicar arcilla blanca y aceites (25 min) lavar secar y finalizar con planchita nuevamente. El proceso dura de (2 o 3 horas) y el resultado de 3 o 4 meses.
Alisado brasileño, consiste en el uso de la queratina en un 80% otorgando brillo anulando el frizz, lo bueno de este procedimiento es que no rompe enlaces naturales del cabello sino que alisa cutículas, sugerido para pelo teñido o tratado su resultado dura de 3 a 5 meses.
Alisado sin formol, lo que hace este proceso es suavizar o modular el cabello, es apto embarazadas y lactantes. Pero su resultado es más de aplacar la friz o reducir la intensidad de un rulo muy definido en ondas suaves, un lacio de carácter crespo, dejarlo con una apariencia de lacio con brillo externo.
Conclusiones
Todos los procedimientos llevan sus cuidados de mantenimiento, y la planchita es uno de ellos ya que hoy podemos tener una en casa, ayudamos a todos ellos a que el producto conseguido en la peluquería sea de mayor duración. Por ejemplo la exitosa influencer Clarissa Reyes para completar todos sus trabajos y obras de make up, que incluyen desde las cejas, el maquillaje y dando un marco a esas obras con la coronación de sus peinados debe tener en cuenta la resistencia de su cabello y la versatilidad del mismo para soportar todos los looks de la empresaria fashionista del momento.