Cabernet, el emblemático restaurante palermitano, cumple 20 años celebrando el buen comer, la alta gastronomía y los frutos de nuestra tierra.
Ubicado en pleno Palermo Soho, en la mítica intersección de la calle Jorge Luis Borges y el pasaje Rosell, en una típica casa de patio de esquina de principios del siglo XX, el restaurante ya es un clásico de la gastronomía local. La cocina de excelencia -en la que se destacan los insumos de primera calidad y la parrilla a leña, se conjuga con una cava extraordinaria conformada por los vinos más representativos de todas las regiones vitivinícolas argentinas. Los días viernes de música en vivo, pensados para acompañar el momento.
La Ciudad de Buenos Aires se destaca por su expresión gastronómica de primer nivel tanto para locales como para turistas. Existen actualmente muchos restaurantes de calidad con perfiles para todos los paladares. Sin embargo, pueden contarse con los dedos de una mano aquellos que además de ofrecer una carta destacada y una cava bien nutrida, cuentan en su haber con décadas de vida, manteniendo intactos a lo largo de los años un prestigio y una reputación intachables. Ese es el caso de Restaurante Cabernet, un clásico palermitano que hoy cumple 20 años ofreciendo un servicio de excelencia, con una cocina fuera de serie tanto por la calidad de su propuesta, que pueden maridarse con los mejores vinos de Argentina.
Al planteo culinario, Cabernet suma una ambientación cálida, su patio acogedor, con su arquitectura y diseño tan tradicional como confortable y la atención esmerada de un equipo siempre dispuesto a orientar al comensal para que la experiencia resulte inolvidable.
Esa icónica esquina fue retratada por Norah Borges, hermana de Jorge Luis Borges, para ilustrar la portada del famoso libro “Fervor de Buenos Aires” hace nada menos que 100 años.
En la calle Serrano, que hoy se llama Jorge Luis Borges, fue el lugar elegido para generar este espacio, creando un ambiente que propiciara la reunión distendida, el encuentro, la charla escuchando al otro y la buena música.
20 años no es nada…? Pero también es muchísimo cuando recorremos la historia de Cabernet
Cocina típicamente porteña, parrilla, sabores caseros y buen vino
El corazón de Cabernet, lo que lo define cabalmente, es su cocina franca, neta y sincera. Representativa de nuestra tierra y sus frutos, del aire que respiramos, el agua que nos rodea y el fuego, que todo lo transforma.
Al comando de la cocina está Néstor Contreras, chef santiagueño que -como sus antecesores- pone alma y corazón en cada plato. La carta de Cabernet incluye tentadoras pastas hechas a mano, empanadas que nadie debería dejar de probar, sabrosos pescados, frutos de nuestro mar y joyas de las huertas orgánicas de las que provienen los insumos. Una mención aparte merece la parrilla a leña y los cortes premium especialmente seleccionados que se ofrecen en versiones simples y contundentes y también en platos elaborados, que siempre sacan a relucir las cualidades del producto.
La propuesta se completa con el vino. De hecho, el restaurante debe su nombre a una cepa muy bien adaptada a nuestras tierras, el Cabernet. La cava extraordinaria guarda las mejores etiquetas que se elaboran en nuestro país, de norte a sur y de este a oeste. Son vinos elegidos con gran criterio y meticulosidad en tanto, cada uno, sabe expresar el terruño que le da origen.
Desde 2003, la propuesta gastronómica de Cabernet se inspira en la cultura porteña, en los platos tradicionales de nuestro país y en la gastronomía heredada de los inmigrantes. Cada bocado lleva al comensal a reconectar con las raíces. Ese es el espíritu que sustenta al restaurante y que hoy, como hace 20 años, sigue intacto. Conocer o volver a Cabernet siempre es un gran plan y una experiencia imborrable para quienes valoran la buena comida, el buen vino y el placer de entregarse al disfrute.